El budismo plantea acceder a una visión de la realidad desligada de creencias y supuestos de todo tipo. Para conseguirlo plantea una indagación libre en referencia al enclaustramiento de nuestro pensar y sentir al que nos somete el ego. El ego con sus necesidades y deseos genera un acceso a la realidad relativo a nosotros. Lo que se propone es una liberación de esta lectura para que la realidad pueda aparecer frente a nosotros de manera independiente de las imposiciones del ego, es decir, un acceso a ella ab-soluto (suelto de nosotros). El budismo es, pues, una propuesta de ‘espiritualidad no religiosa’, para la que el mismo término espiritualidad resultaría inadecuado porque en él subyace la creencia en el ‘espíritu’. Vemos que por todo ello el mensaje budista resulta muy apropiado para las sociedades hoy presentes, bien para aquellas que están transitando de una sociedad agrícola a una industrial, que conlleva a debilitar las convicciones religiosas hasta disolverlas; bien para aquellas que están próximas o han entrado ya en las sociedades llamadas de conocimiento, innovación y cambio continuo cuya condición de movilidad impide las creencias, porque son fijadoras, lo que arrastra como consecuencia la imposibilidad de tener religión ni espiritualidad.
Fuente: Bayona, M. G. (2014). El budismo como una espiritualidad no religiosa. HORIZONTE-Revista de Estudos de Teologia e Ciências da Religião, 975-986. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4831538.pdf